Reencarnacion en un mundo paralelo

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Noticias de interés científico: La muerte no existe - 11 de Noviembre de 2023.

Mientras algunos colegas intentan buscar la fuente de la eterna juventud o descubrir el secreto de la longevidad para vivir muchos años, Robert Lanza, uno de los científicos más famosos de Boston, Massachusetts, Estados Unidos, biólogo, comparte con la comunidad una de las hipótesis más interesantes sobre lo que sucede después de la muerte o de la vida. Según esta teoría, no morimos, sino que cambiamos de envoltorio.

Es quien desarrolló el concepto de la llamada biocentrismo, cree que nuestra energía es la esencia de la naturaleza humana y se libera después de la muerte de nuestro cuerpo físico; nuestra alma pasa a una realidad paralela y la persona vuelve a nacer.

Una declaración de un científico, que no es la primera que afirma que una persona nunca muere. Curiosamente, Robert Lanza apareció en la Revista Time como una de las cien personas más influyentes del mundo. Pero no es el único que opina que no hay cielo ni infierno. Según la Universidad de Griffith en Australia, Carolina y el Instituto de Investigación, un hombre después de su muerte del cuerpo físico cae en uno de los universos paralelos.

Solo somos huéspedes temporales de un ciclo sin fin de renacimiento. Después de la muerte, el espíritu o el alma se transfiere a otra dimensión para renacer en otros mundos o de nuevo en nuestra tierra. Por eso algunas personas recuerdan sus vidas pasadas o hablan de otros planetas donde estuvieron viviendo.

Robert Lanza investiga con células madre, realiza experimentos exitosos en el tratamiento de la ceguera y órganos artificiales. Además, utiliza la biotecnología en beneficio de la humanidad y la teoría del biocentrismo. De acuerdo con este concepto, la biología es el centro de las ciencias del universo y la clave para la comprensión de todas las cosas que nos rodean.

Según las últimas investigaciones, la vida biológica es responsable de la existencia de la realidad que nos rodea, y no al revés; nuestro cuerpo es un envoltorio temporal, pero somos pura energía limpia que no desaparece del universo después de la muerte.

Hay un número infinito de mundos paralelos, en los que esta energía está en movimiento, en la búsqueda de una nueva vida. No somos capaces de comprender la existencia actual.

Los escépticos han considerado que tal declaración no tiene una base sólida. Muchos filósofos han reaccionado positivamente, encontrando respuestas a algunas preguntas importantes sobre el destino humano en el universo.